miércoles, 12 de noviembre de 2008

"FREAKS", MONSTRUOSIDAD SIN PRECEDENTES

Cuesta creer que en 1932, alguien fuera capaz de crear una película de estas características. Totalmente novedosa, es para algunos una película grotesca, para otros perceptible, sin duda, para todos original.

Tod Browning consiguió realizar un film sin precedentes, donde los monstruos - todos ellos reales, personas con deformaciones físicas - pasan a convertirse en la normalidad de la realidad fílmica. A su vez, las personas "normales", carecen de la humanidad que tienen los freaks, llegando a ser los verdaderos monstruos, al menos en el plano moral.
Los freaks, apoyados en un código interno con el que todos se autodefienden y valoran, superan sus propias limitaciones llegando a ser un "todo" que puede enfrentarse a quién pretenda dañar a uno de los suyos. Increible percepción de la que podríamos llamar monstruosidad.
La primera parte de la película presenta la realidad de "La parada de los monstruos". Las relaciones que mantienen los miembros "deformes" pretenden reflejar la aceptación que existe entre ellos: La mujer barbuda está casada con un miembro deforme, como el payaso con una de las siamesas... Se quieren como son, y se defienden.
En la segunda parte, comienza la verdadera historia. La bailarina - podríamos definirla con el más que nombrado tópico "bella por fuera, fea por dentro"- ayudada del forzudo del circo, planean una artimaña para conseguir el dinero de uno de los enanos... (No continuaré por no destripar el alma de la obra...)


El final de la película es un claro ejemplo de la conducta de los freaks, que guiados por el código se apoyan mutuamente. Llama la atención los movimientos lentos de estos seres cuando pretenden atacar a la bailarina y al forzudo: el personaje sin brazos ni piernas se arrastra por el suelo con un cuchillo en la mano; los enanos avanzan por debajo de los carros con la mirada fija en sus víctimas...

Realmente es una película conmovedora, que demuestra que los cánones de belleza no son vinculantes con el posterior conportamiento de las personas. "Dios cuida a todos por igual", dice la dueña del circo, pero ¿por qué nosotros nos guiamos por las apariencias?...

Recomiendo encarecidamente que quién no haya visto esta obra de arte del Cine la vea cuanto antes. Es sin duda la mejor película de un director conocido por sus films de terror, como "Drácula" (1931) , "Garras humanas" (1927) ...

¡Qué grande es el Cine! (como diría Garci...). Gracias a películas como esta el tiempo se detiene durante horas, y no importa lo demás en ese mismo instante. Es la magia de un buen film, que te envuelve, te hace protagonista de una gran historia. Cuando veo una película no pido nada más, sin embargo no es fácil conseguirlo.

David Gutiérrez
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